"Faro,
luz, sobre las rocas,
amigo de navegantes
que buscan tu destello
para evitar el peligro.
Faro,
luz, que le cuentas
al mar donde la tierra
se convierte en muerte,
mientras ves
los besos de las olas,
y el aliento de la arena.
Faro.
Aquí, donde
ya no hay sueños que velar,
donde tan frágil es
el horizonte
y tan pronto
habitas bajo el agua,
por encima del aire,
o no estás...
Faro
sin luz, sin nadie
que te anhele,
solitario manchón
aferrado a un pedazo
de mundo,
esperas
que vuelva el calor,
sin saber
que en la isla
ya se apagó la llama.
Faro
sin luz,
en la noche eterna,
eres
solo otro recuerdo.
Solo éso.
Nada."
Original de "El País de Aitana"