jueves, 4 de marzo de 2021

La canción del faro




 "Faro,

luz, sobre las rocas,

amigo de navegantes

que buscan tu destello

para evitar el peligro.


Faro,

luz, que le cuentas

al mar donde la tierra

se convierte en muerte,

mientras ves

los besos de las olas, 

y el aliento de la arena.


Faro.

Aquí, donde

ya no hay sueños que velar,

donde tan frágil es

el horizonte

y tan pronto

habitas bajo el agua,

por encima del aire,

o no estás...


Faro

sin luz, sin nadie

que te anhele,

solitario manchón

aferrado a un pedazo

de mundo,

esperas

que vuelva el calor,

sin saber

que en la isla

ya se apagó la llama.


Faro

sin luz,

en la noche eterna,

eres 

solo otro recuerdo.

Solo éso.

Nada."


Original de "El País de Aitana"

viernes, 19 de febrero de 2021

Soy




 "Soy loco, y soy cuerdo,

soy seguro y soy indeciso,

soy sano y soy enfermo.


Mi llanto lleva tu nombre,

al igual que mi sonrisa,

y mi mente, y mis sueños,

y mi cuerpo, es tuyo, y mi vida.


Soy preso del amor que siento por ti,

y soy libre, en el mundo,

en tu existencia, cuando estás aquí.


Soy real, al límite de la realidad,

medio falacia, medio utopía,

existiendo solo a tu lado,

en tus noches, en tus días.


Soy miedo y soy valor,

soy tangible y soy esencia,

soy doloroso. Soy pasión."

miércoles, 13 de enero de 2021

Cartas al Hombre de Arena I : Mentiras



"Me mentiste,

Hombre de Arena,

concediéndome

los deseos,

el destino,

arrebatándome

los deseos,

los sueños,

sumiéndome

en la desesperación,

destrucción,

llevándome

a la muerte,

el destino.


Me mentiste,

oneiromante,

me dejaste

tocar el cielo,

oler el sol,

nadar en la luna.

Vi colores,

sentí, sentí

como nunca

había sentido.

Me dejaste

tocar la arena,

cada grano de arena,

cada sueño,

cada deseo,

cada destino.


Me mentiste,

Hombre de Arena,

concediéndome

los deseos,

los sueños.


Me mentí,

Hombre de Arena,

creyendo

que los sueños

pueden

hacerse

realidad." 

viernes, 8 de enero de 2021

El vientre de las delicias



 "Érase una vez,

en el mundo de las leyendas imposibles,

que el sol brilló en la noche,

lo sobrante fue imprescindible,

la fragancia de la perfección

invadió los pulmones de la Tierra,

pintando en nieve

su suave piel,

y de oscura fiereza sus selvas.


Las sonrisas nacían de la nada

y viajaban,

junto a tímidos besos,

sobre caricias,

de boca en boca,

en la justa medida del exceso,

adornando de dulces cosquilleos

el tenso vientre de las delicias,

mientras el aliento

de la esperanza

aleja

las tormentas de la desidia.


Las palabras brotan

naturales,

fundiendo

el hielo de la indiferencia,

tornando

en pasión, pasión y temor

una sensatez

embriagada de demencia.

Se abre el cerrojo siempre cerrado

invitando al vagabundo tras la puerta

a pasear

por el paraiso,

y encontrar Adán

a Eva.


Érase una vez,

en el mundo

de las leyendas que son verdad,

¿un nuevo inicio para todo?,

ni un sí,

ni un no.

Quizás.

lunes, 21 de diciembre de 2020

Hay



"Hay una casa,

hay un glaciar,

hay mil sueños

y nadie al despertar.

Hay una estrella

que ya no es fugaz,

y hay otros paisajes,

hay otro lugar.


Hay tanto dolor,

hay tanta felicidad.

Hay un recuerdo

y una canción detrás.

Hay tantos poemas

que no puedo recitar.

Hay una sonrisa

que acaba de brotar.


Hay noche de noche

que parece no acabar.

Hay días eternos

y horas sin final.

Y hay momentos breves,

y cada vez son más.

Hay otros pares de ojos

que parecen mirar.


Hay una montaña

que logro coronar,

hay un futuro

que empieza desde ya.

Hay tantas personas,

tanta variedad.

Hay tantos caminos,

hay tanta mar.


Hay un amanecer,

hay alguien especial,

alguien que no conozco

pero siento respirar.

Hay tanto amor,

hay tanta soledad...

Soledad, tengo miedo.

Me empiezas a gustar" 

sábado, 5 de diciembre de 2020

Vagabundo

 



"Buenos días, Sol.

¿Qué haremos hoy sino seguir soñando tras soñar?

Un poco de brisa, unas gotas de agua, un suspiro de mar,

eliminan de cada grieta de mi traje de piel

el polvo acumulado.

Quizás algo de comer, 

quizás una lágrima por un recuerdo pasado,

quizás unas líneas, quizás para ti,

quizás una canción o esperar al ocaso.

Me calzo de ilusiones,

miro al horizonte, me llama, le atraigo,

y con esa hora inexacta de cualquier momento,

tan buena como una cita con el destino,

recojo mi vida,

me la echo a la espalda y me lanzo al camino.


Soy un vagabundo atado a un mundo libre,

busco las fronteras que alguien ha dibujado,

pero veo tierras, bosques, montañas...

Hasta ahora ninguna línea me ha parado.

Soy un vagabundo atado a un mundo libre,

sin otra posesión que lo que llevo en las manos,

no importa nada, salvo el momento,

hasta que este haya pasado.


Cuando llueve, soy lluvia. Cuando nieva, soy hielo.

Si el suelo arde, soy la llama mecida por el viento.

Esa cueva es

una casa en la que no hay dios ni amo,

dulce posada salvaje

poblada de árboles,

poblada, también, por animales.

Pero estos luchan

por su existencia, no por trapos mal pintados,

llevan su planeta a cuestas,

llevan el oficio tatuado

en las garras, en los ojos, 

en la música del instinto,

un mismo poema a distintas voces

para un mismo cielo

tan lleno. Tan vacío.


Soy un vagabundo atado a un mundo libre,

convivo con las fieras que nadie ha domesticado.

Me respetan, les respeto.

Ciudad de bestias, auténticos ciudadanos.

Soy un vagabundo atado a un mundo libre

sin otra posesión que lo que llevo en las manos.

No importa nada, salvo el momento,

hasta que éste haya pasado"

martes, 1 de diciembre de 2020

Noche I (Petaca de sueños)

 



"Por las tardes

miro al cielo,

el sol se pone

en rojo y fuego

tras las montañas.

No tengo miedo,

porque la luna me

espera en silencio.

Una petaca

llena de sueños

me acompaña cuando

un poco me muero.

Y las estrellas

cantan mientras bebo.

Quizás haga frío,

pero no lo siento,

porque me abrazan

recuerdos

de aquellas historias

en las que con mi cuerpo

recogí de la noche

un puñado de momentos,

y me hice una petaca,

y la llené de sueños.

Noche de estrellas,

tus lamentos

me acompañan cuando

un poco me muero.

La Luna llena

me regala un beso,

las estrellas se

vuelven al firmamento.

Noche, no te vayas,

aunque llegue tu tiempo...

Hasta mañana,

te echaré de menos.

Noche, estoy tan solo,

un poco me muero,

tengo tu petaca

llena de sueños."